Alejandra Pizarnik
Cantora
nocturna
Joe, macht die Musik von damals nacht... (*)
La que murió de su
vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.
Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.
Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.
Ella canta.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.
Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.
Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.
Ella canta.
A Olga Orozco
In Extracción de la piedra de locura,
1968.
(*) “Joe faz que
a música da noite passada...”, verso do poema de Bertolt Brecht “Bilbao
Song”, musicado por Kurt Weill.
Cantora
noturna
Tradução de José Antônio Cavalcanti
Aquela que morreu por
causa do seu vestido azul está cantando.
Canta impregnada de
morte ao sol da sua embriaguez.
Dentro de sua canção
há um vestido azul, há
um cavalo branco, há
um coração verde tatuado
com os ecos das
batidas de seu coração
morto.
Exposta a todas as
perdições, ela
canta junto à menina
extraviada que é ela mesma:
seu amuleto de boa
sorte. E apesar da
névoa verde nos
lábios e do frio cinza nos
olhos, sua voz corrói
a distância que se abre entre
a sede e a mão que
busca o copo.
Ela canta.
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